UNIÓN INTERNACIONAL DE TODOS LOS AMIGOS (VITA-MÉXICO)

En torno a la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, fundada en 1925, se organizó el movimiento de resistencia, que desembocaría en rebelión armada —la Cristiada—, a causa de la aplicación de preceptos constitucionales que contrariaban las prácticas religiosas de muchos católicos mexicanos.
Al efecto, la Liga se procuró una eficiente red de apoyo en el extranjero, conseguida en parte por las gestiones, cerca del papado en Roma, de una delegación encabezada por José María González y Valencia, arzobispo de Durango, y en parte por la acción de algunos laicos, de manera señalada José Antonio López Ortega, quien desde estudiante promovió la causa ante medios de prensa y autoridades eclesiásticas europeas y se iba encargar luego del secretariado de la organización conocida por su nombre abreviado VITA-México.
Además de contar con una representación en Estados Unidos, la Liga hizo contacto en1926 con influyentes católicos belgas, y hacia 1928 ya tenía una Unión Mundial de Socios Honorarios y comités filiales esparcidos por Europa (Italia, España, Bélgica, Alemania, Austria, Suiza) que formaron propiamente la Unión Internacional de Todos los Amigos de México y cuya matriz estuvo en Roma hasta 1931, cuando fue desautorizada por el gobierno de Mussolini, sus funciones se habrían trasladado a Lovaina (Bélgica) y/o comenzó a disolverse la Unión.
Como parte de los testimonios donados al AHUNAM, en 1968, por Miguel Palomar y Vizcarra, este fondo documenta antecedentes (como la misión a cargo de González y Valencia), las campañas de difusión, reclutamiento y adhesiones; la formación y estructura de VITA-México y, en general, las actividades de los representantes de la Liga en Roma.
Destaca la correspondencia de López Ortega con los distintos comités europeos, aparte de otros tipos documentales como convocatorias, informes, nombramientos, boletines, recortes de periódico y propaganda; obviamente contiene documentos en inglés, francés e italiano, entre otros idiomas.
[Su contenido se relaciona con el del resto de nuestros fondos “cristeros”.]