El 26 de julio de 1929 cambio la vida de la Universidad Nacional. Inició un camino nuevo asumiendo las responsabilidades y obligaciones de la libertad obtenida, con sueños y aspiraciones. Era un momento de esperanza, para mirar hacia adelante.
Para la comunidad universitaria, la Autonomía llegó junto al sueño de la Ciudad Universitaria: un espacio amplio y luminoso, con instalaciones nuevas, modernas y bien equipadas, no adaptadas ni heredadas de otros siglos. Con mejor infraestructura, aspiraban a elevar el nivel académico y administrativo. Querían reunir en un solo lugar las escuelas, bibliotecas y espacios de investigación. Buscaban un lugar diseñado para la ciencia y el conocimiento; un lugar como no existía en América Latina.
El rector García Téllez promovió un decreto para crear la nueva Ciudad Universitaria, que nunca se publicó. De una lista de posibilidades, se compraron los terrenos de Lomas de Sotelo y los estudiantes levantaron el plano. Ahí comenzó a hacerse realidad el sueño…
Carta de Ignacio García Téllez a Emilio Portes Gil sobre Ciudad Universitaria, incluye proyecto de decreto. 15/16 de octubre de 1929.
Posibles ubicaciones para la Ciudad Universitaria noviembre de 1929.
Comunicación sobre la Ciudad Universitaria, 18 de diciembre de 1929.
Proyecto de decreto para la Ciudad Universitaria, 18 de diciembre de 1929.